jueves, 10 de diciembre de 2009

Purgatorio

Aún no hay mucho a lo que aferrarme, nada indispensable que fuera a extrañar hasta la locura... Pero al menos hay una voz que me hace sentir viva, un roce que acelera mi corazón, una mirada capaz de hacerme sonreír.. Y una mano que me sostiene cuando estoy por caer y que sé que me levantaría si estuviera en el suelo...

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