Llegué a desear que el blanco fuera negro otra vez, y entonces me di cuenta de que esto es sólo gris... La agonía de la duda va a volverme loca, no soporto más. Lo que más deseo es poder dejar de pensar y la única solución que se me ocurre es dejar de existir... una medida drástica que no me atrevo a tomar... Se lo dejaré al destino.
Incluso en estos tiempos
de volver a reír con los amigos,
todos los días tienen ese rato
en el que respirar es un ingrato
deber para conmigo.
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