Siento este vacío, esta ausencia de sucesos. Nada ocurre. Jamás.
Debería llorar por cada vez que sueño algo. Porque, lindo o feo, no sucederá. Mi maldición radica en lo que antes más amaba: mi capacidad de volar tan lejos.
Brisa de la noche, llévate mis sueños, ya no los soporto. Son una carga demasiado pesada. Más me torturan de lo que mitigan la realidad.
Quítame estas falsas alas de mariposa que me llevan lejos cuando cierro los ojos pero no me impiden ver este maldito infierno al abrirlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario