Este vacío en el pecho, estas mariposas en el estómago.
Esta revolución de mis órganos cada vez que escucho un nombre.
Este peso en el corazón cada vez que veo a alguien sonreír.
Esta sonrisa que se esboza sola, sin que pueda reprimirla, cada vez que nuestras miradas se cruzan.
Este deseo cada vez que pienso en alguien.
Esta condenada debilidad por una persona.
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Maldita agonía
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