jueves, 4 de marzo de 2010

Giros

Anochecía, ella estaba allí sentada desde el amanecer, sola. Se balanceaba apenas en la hamaca, sosteniendo las cadenas quizá con demasiada fuerza.. No lloraba, no, su dolor iba mucho más allá de eso. No había prestado atención a ninguno de los que atravesaron la plaza, ni siquiera al grupo de niños que, por la tarde, habían estado jugando a su alrededor. Estaba demasiado sumida en sus pensamientos como para preocuparse por nadie más, puede sonar egoísta pero ella lo único que pretendía era grabar los últimos minutos de su vida en su memoria, porque su vida había acabado la noche anterior ..
Cada rose, cada sonrisa, cada lágrima.. cada beso, cada palabra. Incluso ese momento final, el instante en que sintió que se le era arrancada su alma, cuando lo arrastraron lejos de ella sin siquiera darle tiempo a despedirse.. Ella había caído de rodillas, él parecía tan tranquilo.. jamás olvidaría su último te amo.
El silencio de la noche era demasiado denso, aturdía sus oídos.. creía que iba a enloquecer.. Entonces comenzó a tararear una melodía familiar, la misma que él le cantaba por las noches para que se durmiera.. Y las lágrimas por fin comenzaron a asomar. Ella simplemente no podía imaginarse sola.
El golpear de los tambores al alba pareció hacer vibrar los árboles. Entonces cesaron, hubo un solo estruendo y ella supo que todo había acabado. Vio el cielo y notó una nueva estrella junto al Lucero, que permaneció con ella hasta bien entrada la mañana. Sonrió. ...Y apretó el gatillo ..



Existe un cielo y un estado de coma ..

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