miércoles, 16 de noviembre de 2011

Segunda carta a un amigo

A veces me pregunto si tenés idea de todo lo que se me cruza por la cabeza, de todas mis razones... porque cada una de las cosas que hago tiene una razón, aunque sea simplemente el orgullo de mierda que, vos sabés, me puede.
Antes me entendías, tiempo pasado, y no sé si en serio es tan difícil soportarme o si alguna perspectiva se dio vuelta. Lo importante es que empiezo a ver desde otro ángulo, uno un poco más real. 
Ahora sé que no te importo un carajo porque ya no me necesitás. ¿Un mundo feliz?: uno sin hombres. Siempre iguales, atrás de culos y tetas. Y te cuento que el culo que vos seguís a todas partes, ese que tanto te preocupa no ofender, se caga en vos. Te quiere como quiere a todo el mundo, pero no sos nada indispensable en su vida, no sos nada especial, lo que pasa es que no lo querés ver
Yo estuve siempre, te escuché durante años. Ella fue una sombra hasta no hace mucho. Pero apareció y te deslumbró con sonrisas y simpatía. Ahora ella es todo lo que importa, los demás nos podemos ir al carajo. 
No te importa ofenderme porque ella está siempre, porque total yo siempre me olvido. Pero ya te va a importar, porque esta vez me dolió. 



Esto lo vas a leer solamente si te acordás que, cuando querés saber lo que me pasa, tenés que entrar a mi blog.

LG.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Un mundo agradable

Días en los que comienzo a darme cuenta de que soy totalmente patética. En los que aprendo que la moral y la ética no son más que cuentos para hacer dormir a los chicos.
Me pregunto si algo volverá a tener sentido alguna vez, si el "pensar" dejará de ser un tabú. Me arrastro entre mentes aparentemente vacías, agachando la cabeza, ocultando mis ansias de crecer, de salir, de volar, de madurar... de imaginar. Como si el querer rescatar algo de mi ser fuera una vergüenza. Y en la represión lastimo a los demás, a mí misma, pierdo mi fe y mi dignidad.
¿Existirá algo más allá de la mente? ¿Es real este mundo físico, caótico... o es sólo un espejismo? ¿Hay algo que valga verdaderamente la pena? ¿O acaso simplemente "estamos"? 
Días en los que la vida se vuelve insoportable, en los que desearía dejar de pensar, de sentir, simplemente desaparecer. Mi amada oscuridad, mi ansiado silencio... si tan sólo pudiera alcanzarlos. No tiene sentido alimentarse de utopías, nada tiene sentido fuera de mí misma.




Quiero despertarme en un mundo agradable.