miércoles, 16 de noviembre de 2011

Segunda carta a un amigo

A veces me pregunto si tenés idea de todo lo que se me cruza por la cabeza, de todas mis razones... porque cada una de las cosas que hago tiene una razón, aunque sea simplemente el orgullo de mierda que, vos sabés, me puede.
Antes me entendías, tiempo pasado, y no sé si en serio es tan difícil soportarme o si alguna perspectiva se dio vuelta. Lo importante es que empiezo a ver desde otro ángulo, uno un poco más real. 
Ahora sé que no te importo un carajo porque ya no me necesitás. ¿Un mundo feliz?: uno sin hombres. Siempre iguales, atrás de culos y tetas. Y te cuento que el culo que vos seguís a todas partes, ese que tanto te preocupa no ofender, se caga en vos. Te quiere como quiere a todo el mundo, pero no sos nada indispensable en su vida, no sos nada especial, lo que pasa es que no lo querés ver
Yo estuve siempre, te escuché durante años. Ella fue una sombra hasta no hace mucho. Pero apareció y te deslumbró con sonrisas y simpatía. Ahora ella es todo lo que importa, los demás nos podemos ir al carajo. 
No te importa ofenderme porque ella está siempre, porque total yo siempre me olvido. Pero ya te va a importar, porque esta vez me dolió. 



Esto lo vas a leer solamente si te acordás que, cuando querés saber lo que me pasa, tenés que entrar a mi blog.

LG.

No hay comentarios:

Publicar un comentario