sábado, 23 de enero de 2010

El último adiós


   “¿Y por qué dio ese giro de ciento ochenta grados cuando empecé a plantear seriamente la posibilidad de presentarme para el escaño de Mac? Él siempre echaba las culpas de todo a Mac. Dijo que Mac nunca me dejaría ser yo misma, que no lo sería mientras él siguiera manteniendo la misma influencia sobre mí, y que acabaría por convertirme en su marioneta. Bien, quizá fuera así, pero ahora me inclino a pensar si no era Adam quien me estaba manipulando.
   “¿Qué motivos, aparte de su desdén hacia Mac y hacia, probablemente, la política en general, empujaban a Adam a no ser noticia en los medios de comunicación?”

   Mientras repasaba mentalmente lo que había ido descubriendo en los últimos días, empezó a formarse una respuesta con cierto sentido que la había estado asediando, una respuesta que le helaba la sangre. “Adam sabía que si me presentaba a ese puesto los medios de comunicación y mis adversarios políticos hurgarían a fondo en nuestra historia personal para ver si nos habíamos dejado algún esqueleto en el armario. Pero se puede confiar en mi honestidad, estoy limpia –pensó-. ¿Qué es lo que temía él?... ¿Podría haber algo de cierto en los rumores de que quizás había aceptado sobornos? ¿Era él responsable de algún modo de esa restauración defectuosa del edificio de la avenida Lexington cuya fachada se derrumbó el otro día?”
   Ansiosa por apartar de su mente estos temores, Nell decidió dedicarse a una de las tareas que había relegado. El encargado de mantenimiento le había traído a casa una pila de cajas para que empaquetara en ellas la ropa de Adam. Fue al dormitorio y puso la primera caja sobre la mesa. Los ordenados montones de ropa interior y calcetines desaparecieron en su interior.


Las preguntas engendran preguntas”, pensó. Mientras seguía empaquetando la ropa de Adam, decidió enfrentarse a la cuestión que había estado evitando de manera deliberada en los últimos días: “¿Estaba de verdad enamorada de Adam o sólo deseaba estarlo?”


 
El último adiós, Mary Higgins Clark.

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