martes, 26 de enero de 2010

El camino de las lágrimas

A veces creo que Dios me quiere poner a prueba, tanto ahora como más tarde.Debo ser buena sola, sin ejemplos y sin hablar, sólo así me haré más fuerte.
¿Quién sino yo leerá luego todas estas cartas? ¿Quién sino yo misma me consolará? Porque a menudo necesito consuelo; muchas veces no soy lo suficientemente fuerte y fallo más de lo que acierto. Lo sé, y cada vez intento mejorar, todos los días. (...)
Me vienen tantas cosas a la cabeza cuando estoy sola por las noches, y también durante el día, cuando tengo que soportar a todos los que ya me tienen harta e interpretan mal mis intenciones. Por eso, al final siempre vuelvo a mi diario: es mi punto de partida y mi destino, porque Kitty siempre tiene paciencia conmigo. Le prometeré que, a pesar de todo, perseveraré, que abriré mi propio camino y me tragaré mis lágrimas. Sólo que me gustaría poder ver los resultados, o que alguien que me quisiera me animara a seguir.
No me juzgues, sino considérame como alguien que a veces siente que está desbordando.


Ana Frank

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