sábado, 4 de septiembre de 2010

Abrí la puerta



Una puerta cerrada es atrayente y misteriosa, la tentación de abrirla suele vencer al sentido común.. especialmente cuando se sospecha que oculta algo maravilloso. Sin embargo, sólo es cuestión de olvidarse.. es una tentación resistible. Pero una vez abierta la puerta y descubierto lo que se escondía detrás de ella, resistirse es casi imposible. La necesidad de probar otra vez. Estás parado en el umbral de esa puerta que no se cierra y puedes ver al interior.. y lo deseas. Sólo tienes que dar un paso para volver a esa habitación en la que tus sentidos se agudizan.. sentir el viento en el rostro, la tormenta creciendo en tus dedos, el alma de cada aroma.. comer chocolate es un orgasmo, la música suena diferente en tus oídos, se descompone en piezas que encajan a la perfección, y cada imagen se convierte en una fotografía. Un mundo vasto e inexplorado.. lleno de nuevas sensaciones que esperan ser descubiertas. Una hoja en blanco..

Volver.. porque necesito sentirme más viva.

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