miércoles, 23 de marzo de 2011

Hipnosis

El blanco de sus ojos brillaba con una luz extraña. Sus iris, normalmente más azules que zafiros, estaban teñidos de rojo, como si la sangre se hubiese cristalizado formando dos rubíes de tonos profundos. Esto le daba a su rostro un aspecto hermoso y terrorífico a la vez. En el fondo de mi alma era consciente de que él podía oír todos y cada uno de mis pensamientos y que, además, en cierta forma me controlaba. A pesar de eso, no podía dejar de mirarlo a los ojos, estaba hipnotizada. Sabía que si lo deseaba podía destruirme en un instante, me sentía indefensa y completamente vulnerable, pero confiaba.. su mente podía más que su instinto, me lo había demostrado antes. No podía apartar la mirada de esos ojos terribles, creo que por miedo a no volver a ver algo tan bello...

No hay comentarios:

Publicar un comentario