viernes, 3 de abril de 2009

A un amigo

Esas personas a las que uno siempre les contó todo, esas que no tienen reemplazo, pero que sin embargo te reemplazan. Un simple cambio, uno chiquito así. Y ya no sos la misma, ya te llaman la atención. Entonces yo me pregunto: ¿no es la persona que te quiere la que acepta tus cambios, tus maduraciones e inmaduraciones?, si te quiere, ¿no tendría que tenerte paciencia en vez de echarte en cara que cambiaste? Muchas veces uno no quiere cambiar, las cosas pasan, y no se puede ir en contra de la corriente toda la vida, a veces es más fuerte que vos y simplemente te arrastra. La vida pasa y pasamos con ella, vamos aprendiendo sobre nosotros mismos y vamos formándonos a nosotros mismos.
Sí, cambié, ¿y qué? Capaz que es sólo un trance o puede ser que me quede así por mucho tiempo. De cualquier forma o acostumbrate o jodete. Ni ganas de ser careta y menos con vos, porque siempre te dije todo lo que pienso y en el momento que se me ocurre. Capaz que cambié pero sincera sigo siendo, entonces no soy tan distinta. Sigo delirando, solamente que con otras cosas. Y capaz que no fui yo la que cambió tanto, ¿y si cambiaste vos?, ¿no lo pensaste a eso? ¿Y si ninguno cambió tanto? ¿Y si sólo cambió nuestra relación? Hay muchas posibilidades... como digo siempre: todo es posible.

No te dije todo esto en vivo y en directo porque nunca sé qué decir en el momento, pero creo que ya sabés que es para vos. Y sí, soy MUY celosa.




Extraño a mi amigo imaginario. Él nunca me reclamaba nada.

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